Castellón, la provincia más septentrional de las tres que componen la Comunidad Valenciana, está formada por más de un centenar de localidades que se distinguen por la historia y la naturaleza que las envuelve: montaña, Mar Mediterráneo y un pasado medieval se unen para dar la bienvenida al viajero más curioso. Rutas de senderismo, patrimonio cultural y sierras litorales, son solo algunos de los ejemplos de las maravillas que esconde Castellón.
En cuanto a los pueblos, no me cabe duda de que cada uno de los municipios de esta provincia tiene encantos propios que lo hacen especial. Sin embargo, en esta ocasión te propongo una lista de pueblos bonitos de Castellón que te robarán el corazón. ¡Sigue leyendo y lo descubrirás por ti mism@!
Castellón: 6 de sus pueblos más bonitos
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1. Peñíscola, la fortaleza mediterránea
Peñíscola o Peníscola (en valenciano) es un precioso municipio costero valenciano situado en la comarca del Bajo Maestrazgo. Si bien se trata de un pueblo, ostenta el título de ciudad desde hace siglos y, aún más importante, forma parte de la red «Los pueblos más bonitos de España».
Este municipio se levanta sobre un tómbolo, es decir, sobre una isla conectada al resto de la península por un largo banco de arena. Este detalle, en un pasado, sirvió como sistema de defensa pese a sus ocasionales inundaciones; sin embargo, en la actualidad este fenómeno ha dejado de suceder debido a la construcción del puerto y los edificios de alrededor.
Este pueblo (o ciudad) esconde multitud de rincones que merecen una visita. Y es que en las proximidades del tómbolo se han encontrado abundantes restos arqueológicos que confirman un pasado fenicio y griego, así como íbero. De hecho, estos pueblos usarían la costa de la antigua Peñíscola como un lugar de intercambio de productos como telas por vino y aceite de oliva.
El castillo templario, popularmente conocido como Castillo del Papa Luna, se encuentra en la parte más alta del peñón, coronando y dividiendo la ciudad en dos zonas completamente diferentes. Sin embargo, toda Peñíscola cuenta con una fuerte tradición pesquera, de la que se extraen sus platos típicos, como el suquet de pescado, la fideuá y el pulpo.
Y si, además, te fascinan las playas, Peñíscola cuenta con el maravilloso Parque Natural de la Sierra de Irta, que incluye playas vírgenes, costas rocosas y maravillosos acantilados.
2. Onda, naturaleza y patrimonio
A menudo, cuando pensamos en Castellón, nuestra mente se llena de imágenes de sus brillantes costas y sus animadas ciudades costeras. Sin embargo, hay mucho más en esta provincia que vale la pena explorar. En el interior de Castellón, alejada del bullicio de la costa, se encuentra Onda, una ciudad que combina un rico patrimonio histórico con encantadores paisajes naturales.
Conocida por sus raíces íberas y romanas, su legado árabe y su prosperidad durante la época medieval y moderna, Onda es como un libro abierto de historia. Cada monumento, cada calle y cada piedra aquí tienen una historia que contar. Acompáñame en este viaje por el tiempo, mientras desentrañamos juntos las maravillas de Onda.
Pero la historia no es el único atractivo de Onda. Sus parajes naturales, su vibrante escena cultural y su deliciosa gastronomía hacen de esta ciudad un destino turístico completo. Así que, ¿estás listo para descubrir todas las facetas de Onda? ¡Vamos, hay mucho que explorar!
Qué ver en Onda (Castellón) >>
3. Morella, a los pies de su castillo
Morella es un pueblecito del norte de Castellón perteneciente a la comarca de Los Puertos de Morella. Integrante de Los pueblos más bonitos de España, las murallas que salvaguardan la localidad y el castillo que se eleva en lo alto de Morella te dejarán sin palabras. Y es que este fuerte ha vivenciado diversas batallas y el paso de distintas civilizaciones, motivo por el cual el centro histórico de Morella resulta tan cautivador. Desde tiendecitas locales hasta bonitas calles con pórticos, te recomiendo disfrutar de un tranquilo paseo por la misma Morella.
Otro punto de gran interés artístico, arquitectónico y religioso es el Convento de San Francisco. Si bien en la actualidad está temporalmente cerrado para ser convertido en Parador Nacional de Turismo, las diferentes áreas del convento resultaban ser uno de los mayores atractivos del pueblo, como el claustro que daba paso a exposiciones artísticas y conciertos de música clásica. De cualquier modo, cerca de este edificio se encuentra la Iglesia de Santa María, La Mayor, otro fabuloso monumento del que disfrutar con los cinco sentidos.
Respecto a su gastronomía, puedes conocer en mayor profundidad esta localidad de Castellón a través de las famosas croquetas morellanas, sus guisos con carne de cordero o cerdo, los robellones y los flaons, los dulces típicos de Morella.
4. Vilafamés
Municipio de la comarca de la Plana Alta, Vilafamés se ubica en un cerro, a medio camino entre la montaña y la costa. Esta característica hace que tanto el invierno como el verano de Vilafamés destaque por sus suaves temperaturas.
Entre los puntos de visita imprescindibles de este pueblo de Castellón destacan las formaciones boscosas de las montañas. No obstante, Vilafamés es más conocido por su casco antiguo, compuesto por calles estrechas de origen árabe, y sus construcciones de influencia católica, como la Iglesia Parroquial de la Asunción. Por este motivo, no es de extrañar que Vilafamés también sea uno de Los pueblos más bonitos de España.
Además, si al igual que muchos otros viajeros tú también te adentras en la cultura y la historia de cada lugar a través del estómago, recuerda probar el tombet, la carne a la brasa con alioli o los coc de farina.
5. Culla
Situada en la comarca del Alto Maestrazgo, Culla también forma parte de la asociación de pueblos más bonitos de la península española. Los orígenes de esta localidad se remontan a la prehistoria, tal y como lo prueban las pinturas rupestres encontradas en el pueblo y el resto de hallazgos arqueológicos.
Uno de los detalles más interesantes de este pueblo es su clima mediterráneo, que confiere a la localidad unos veranos agradables, con días de calor y noches frescas, y unos inviernos algo más fríos, en los que incluso se puede disfrutar de alguna nevada.
Este pueblo medieval se distingue por la magia de sus calles, que convencería a cualquier visitante de haber viajado siglos atrás en el tiempo. De hecho, aún se puede disfrutar del castillo y la muralla del pueblo, comprado por los templarios en el siglo XIV, posterior posesión de la Orden de Santa María de Montesa. Las casas, además, aún conservan su aspecto original, confiriendo a las calles un aura encantadora. Así mismo, también se puede apreciar una influencia musulmana posterior.
No puedes marcharte de Culla sin visitar el Mirador de Singlet, desde donde podrás observar la Ermita de San Cristóbal.
6. Bonus: Castellón de la Plana
Por último, aunque no menos importante, Castelló de la Plana es un municipio y provincia de la comarca de la Plana Alta que se extiende sobre una llanura, protegido por diferentes sierras y el mar Mediterráneo.
Entre las paradas indispensables de tu visita a Castellón de la Plana se encuentra la Plaza Mayor, donde se recogen los principales monumentos de la localidad, como la Concatedral de Santa María. De estilo neogótico, este edificio sufrió un incendio que estuvo a punto de reducirlo por completo a cenizas y que fue restaurado décadas después. Junto a la catedral, aunque separado, se levanta uno de los símbolos más emblemáticos de Castellón de la Plana: el Fradí, una torre y campanario de más de 200 escalones con las vistas de la ciudad como premio final.
Finalmente, el Mercado de la Plaza Mayor, uno de los rincones más maravillosos de la localidad, ideal para visitar a primera hora de la mañana o en épocas festivas como Navidad.
Como has podido ver, esta provincia destaca por numerosas razones: arte, temperaturas agradables y, sobre todo, historia, son algunos de los motivos por los que te recomiendo una escapada de fin de semana (o de unos cuantos días más, ¿por qué no?) a alguno de los pueblos más bonitos de Castellón. ¿Por cuál te vas a decidir?
