La provincia de Alicante no solo es conocida por sus paradisíacas playas y por haber sido la cuna del turismo en España, también lo es por los maravillosos jardines que salpican sus tierras, tanto en la costa como en el interior.
Desde jardines históricos, como el Jardín de Santos en Penáguila, creado en el siglo XIX como un testimonio de amor a la horticultura, hasta otros más modernos, como el Jardín de l’Albarda en Pedreguer, un homenaje a la tradición mediterránea con una atención meticulosa a la biodiversidad y la sostenibilidad, pasando por espacios con una vocación científica, como el Jardín Botánico y Estación Biológica Torretes en Ibi, con un papel crucial en la conservación y el estudio de la flora autóctona,los jardines de Alicante son una manifestación de la tradición, la historia y la pasión de esta tierra por la belleza natural.
A continuación te mostramos algunos de los jardines alicantinos con más encanto, unas visitas ineludibles en cualquier viaje a esta maravillosa provincia de la Comunidad Valenciana.
1. Jardín de l’Albarda (Pedreguer)
Situado en la tranquila localidad de Pedreguer, el Jardín de l’Albarda uno de los jardines más cautivadores de Alicante. Este oasis de serenidad y esplendor botánico es un testimonio de la pasión por la naturaleza y la horticultura mediterránea.
Su creación se remonta a la década de 1990, cuando el ingeniero y empresario Enrique Montoliú adquirió una finca en ruinas y se embarcó en la ambiciosa misión de transformarla en un paraíso botánico con la ayuda del paisajista Juanjo Todolí.
En la actualidad, el Jardín de l’Albarda es un testimonio vivo de la perseverancia y la dedicación de estos amantes de la naturaleza. Sus senderos serpenteantes te llevan a través de una variedad deslumbrante de plantas mediterráneas y exóticas, incluyendo cactus, palmeras, agaves, y una amplia gama de árboles y arbustos.
En sus más de 50.000 m2 de extensión no solo podrás admirar cientos de especies vegetales, también tendrás la oportunidad de contemplar sus excepcionales aspectos arquitectónicos, en su mayoría de estilo renacentista, que incluyen puentes, templetes y fuentes. Toda una experiencia para los sentidos.
2. El Jardín de los Sentidos (Altea)
El Jardín de los Sentidos es una «tetería botánica» que ocupa una parcela de 3.000 metros cuadrados a las afueras de Altea. La entrada a la tetería permite acceso ilimitado a la pequeña «selva tropical» en la que podemos pasear a través de diferentes senderos, puentes de madera y escaleras, descubriendo rincones íntimos en los que leer, tomar un delicioso té o simplemente relajarnos con los sonidos de la naturaleza.
3. Jardín de Santos (Penàguila)
Parcialmente afectado por el incendio de Julio/Agosto de 2024
Uno de los mayores exponentes de los jardines románticos decimonónicos de la provincia de Alicante es el Jardín de Santos de Penàguila, situado en el interior de la provincia, a los pies de la Sierra de Aitana. Este espacio histórico-artístico fue fundado en el año 1841 por Joaquín Rico i Soler y donado por sus descendientes al ayuntamiento del pueblo en 1986.
La entrada al jardín, que abre durante todo el año, es totalmente gratuita. Además de su amplia selección de flora mediterránea, el recinto ofrece numerosos servicios para poder pasar una agradable jornada en compañía de la familia. Su área recreativa dispone de bar, zona de juegos para los más pequeños y aseos.
Entre lo más destacable del jardín se encuentra su casa-museo, con una interesante colección de herramientas de jardinería, su laberinto vegetal entre cipreses, el estanque, el orquidiario y una mágica cueva con estalactitas al final del bosque.
Además de cipreses y orquídeas, podrás admirar otras especies vegetales como pinos, abetos, tejos, magnolias y rosales, entre otras.
4. Jardín Botánico / Estación Biológica Torretes (Ibi)
Situado en la Serra del Menejador, la Estación Biológica y Jardín Botánico de Torretes es un centro de experimentación e investigación gestionado por el Instituto Universitario de Investigación CIBIO, en colaboración con la Universidad de Alicante y el Ayuntamiento de Ibi. Desde su creación en 2006, se ha convertido en un faro de conservación y conocimiento de la biodiversidad mediterránea.
A medida que explores este jardín, te encontrarás inmerso en una variedad de colecciones botánicas. Desde plantas medicinales hasta especias, plantas alimenticias e industriales, el jardín es un tesoro de la flora mediterránea, europea e iberoamericana. Además, las colecciones monográficas, como la de más de 100 especies de salvias de todo el mundo, te sorprenderán.
El diseño del jardín se adapta a la belleza del paisaje típico del secano alicantino. Sus rincones y senderos están adornados con elementos arquitectónicos como claustros, pérgolas y fuentes. El laberinto, la rosaleda y otros elementos ornamentales añaden un toque de encanto a tu recorrido.
5. Huerto del Cura (Elche)
Este rincón de serenidad abarca unos 13.000 metros cuadrados. Lo más destacado de este lugar son las 1.000 palmeras que lo pueblan y que forman parte del Palmeral de Elche, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La historia del Huerto del Cura se remonta al siglo XIX. Debe su nombre al capellán José Castaño Sánchez, quien fue el propietario hasta su fallecimiento en 1918. La popularidad internacional del jardín se debe a un insólito hecho acaecido en 1873, cuando de una palmera macho brotaron numerosos hijuelos.
Tanto llamó la atención este fenómeno que incluso atrajo a personalidades relevantes de toda Europa, entre ellas la Emperatriz Sissi. Fue esta monarca quien declaró que esta palmera tenía el poder de un imperio. Y, a partir de entonces, el árbol fue bautizado como Palmera Imperial, aún hoy la gran atracción del jardín.
Además de la Palmera Imperial, el Jardín del Cura cuenta con una impresionante colección de plantas mediterráneas, como granados, azofaifos, naranjos, higueras y limoneros, así como diversas plantas subtropicales y una notable colección de cactus. Una visita al jardín también te permitirá pasear entre diversas esculturas, entre las que destaca una réplica de la Dama de Elche.
6. Jardines de la Tetería Carmen del Campillo (Crevillente)
Una visita ineludible para cualquier amante del té, de la naturaleza y de la arquitectura árabe. Esta tetería de Crevillente enamora con sus deliciosas infusiones, que puedes saborear en un entorno que parece sacado de las Mil y una noches.
Esta gran casa de campo de ambientación árabe y andalusí, dispone de unos mágicos jardines con fuentes que parecen trasladarte a los legendarios patios de La Alhambra.
El murmullo de sus fuentes, unido a los aromas del incienso, crea unas sensaciones inolvidables. Si a esto le unes la presencia de pavos reales que caminan en libertad por el entorno, la postal estará completa.
7. Casa Tápena (Onil)
Si estás buscando un día especial en plena naturaleza, no puedes dejar de visitar Casa Tápena, un espectacular rincón ubicado a los pies de la Sierra de Onil.
Este espacio de unas 8 hectáreas alberga una casa típica mediterránea, recientemente restaurada, rodeada de árboles centenarios y un jardín mediterráneo con las especies más representativas de la zona. Es un lugar ideal para explorar la flora autóctona y escuchar el suave murmullo del agua.
El laberinto de Casa Tápena es uno de sus tesoros más preciados. Con un horario amplio y acceso gratuito, te invita a aventurarte entre sus verdes senderos.
Su área recreativa cuenta con mesas de picnic y bancos rodeados de árboles que crean una atmósfera tranquila y relajante. Aquí encontrarás un kiosco-bar donde puedes comprar bebidas, comida e incluso helados. También tienes la posibilidad de hacer una barbacoa en una zona habilitada.
Casa Tápena cuenta con un humedal que alberga una gran variedad de vida silvestre, un pequeño lago artificial y un hermoso bosque de pino carrasco donde puedes caminar y disfrutar de la montaña alicantina. También hay una zona agrícola con árboles frutales y una pequeña huerta con invernadero.
8. Klein-Schreuder Sculpture Garden (l’Alfàs del Pi)
Terminamos nuestro viaje en el Klein-Schreuder Sculpture Garden, en l’Alfàs del Pi. Este jardín combina el arte con la naturaleza de una manera única. Aquí, las esculturas contemporáneas se entremezclan con la exuberante vegetación mediterránea, creando un ambiente que inspira la creatividad y la contemplación. Es un lugar donde el arte y la naturaleza se funden en una experiencia única.
Y hasta aquí nuestro recorrido por algunos de los jardines más fascinantes de la provincia de Alicante. Puedes estar bien seguro de que te encantarán todos los mencionados, y también de que hay muchos más por descubrir. No dudes en explorar estos tesoros botánicos y sumergirte en un mundo de colores, fragancias y serenidad que dejarán una impresión duradera en tu corazón.
