El Santuario de la Virgen de la Balma es uno de los enclaves de patrimonio cultural más reconocidos en la comarca de El Ports (Castellón). Un lugar muy peculiar que atrae cada año las miradas de miles de visitantes que se dejan sorprender por la singularidad de este santuario.
El santuario, declarado BIC (Bien de Interés Cultural) y Monumento Histórico Artístico, no defrauda al visitante y las vistas en torno al mismo sorprenden tanto a mayores como a niños.
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¿Dónde se encuentra el Santuario?
El Santuario de la Virgen de la Balma se encuentra ubicado en el municipio de Zorita del Maestrazgo. En concreto, se sitúa a unos 3 kilómetros al norte de la localidad, en el monte Tossa, junto a la carretera que lleva a Aguaviva (población cercana, ya en la provincia de Teruel). Junto al santuario discurre el río Bergantes, hecho que aporta todavía más encanto a un enclave ya de por sí espectacular.
La comarca en la que se encuentra el santuario es conocida por albergar algunos de los pueblos más bonitos de Castellón (y de España), como es Morella. Pero también otros rincones con encanto como Forcall, Herbers o Cinctorres, entre otros muchos. Un entorno de interior en una comarca montañosa que hará las delicias de los aficionados a las actividades de aventura en la naturaleza y a las rutas de senderismo.
La localidad de Zorita del Maestrazgo es un destino de gran belleza rodeado de montañas cubiertas por pinos y carrascas en el que disfrutar de la naturaleza en estado puro.
Historia y origen del Santuario de la Balma
Todo lo que rodea al Santuario de la Virgen de la Balma tiene algo de enigmático y sorprendente, partiendo desde su propia creación. La historia del santuario, según la leyenda, parte de un pastor manco que al pasar con su rebaño por la zona vio un resplandor que según contó venía de una aparición mariana de la Virgen.
El pastor afirma que la Madre de Dios le indicó que construyera una ermita en la Balma y, tras cumplir con su cometido, el pastor dejó de ser manco. El rumor se difundió por toda la comarca y la ermita de la cueva se convirtió en poco tiempo en un lugar con gran veneración en la zona y testigo de más leyendas y tradiciones con la Virgen de la Balma como protagonista.
La ermita inicial pasó a convertirse en el santuario que es hoy en día y toma su nombre de la “Balma», que es un topónimo geográfico que hace referencia a una tipología de concavidad de forma alargada que se produce como consecuencia de la erosión. En esta concavidad es donde se erigió el santuario dentro de una gigantesca mole de piedra. Por tanto, se trata de un santuario enclavado en la pared de una montaña.
¿Qué vas a descubrir en el Santuario?
El Santuario de la Virgen de la Balma es un lugar emblemático que no deja indiferente a nadie. Es un lugar digno de visitar tanto por sus historias y leyendas como por su arquitectura. Hay pocos santuarios enclavados en rocas en España y este es uno de los más especiales por su ubicación.
Desde fuera vas a poder contemplar un santuario con una fachada con balcones, encalada, con balaustres y unos antiguos e impresionantes muros de cañizo. Visitar el santuario es sorprenderse con cada rincón del mismo gracias a su curiosa arquitectura. Para acceder al mismo hay que utilizar un tramo largo de escaleras que nos lleva hacia arriba a la gran casa de hospedería.
En su interior existe un restaurante que está abierto al público y ubicado también en la misma roca que ha logrado atraer cada año a miles de comensales por su singularidad. Es el lugar ideal para descansar durante la visita y degustar algunos de los mejores platos típicos de la gastronomía local y comarcal en unas instalaciones únicas.
En la visita al Santuario de la Virgen de la Balma merece mucho la pena detenerse en la Sala de las Danzas, a la que se puede acceder a través de unas escaleras a ambos lados a la puerta de acceso que nos llevan al piso superior, donde se encuentra. Un lugar con gran encanto que no deja de ganar en popularidad y que lleva siglos custodiando una comarca montañosa rica en historias y leyendas.
