«Traducir un paisaje» es un arte que va más allá de la simple observación; es revelar sus secretos más profundos, sus historias, sus valores naturales y culturales y, en definitiva, su esencia, para que todos puedan apreciarlo en su totalidad.
Itinerantur, empresa de turismo activo asentada en Benicàssim, Castellón, ha perfeccionado este arte durante más de diez años. Como pioneros en el sector del ecoturismo valenciano han logrado un difícil equilibrio entre la exploración y la conservación, mostrando los valores ocultos del Parque Natural del Desert de les Palmes y otras joyas de Castellón a locales y viajeros.
Con un enfoque en el turismo responsable, Itinerantur destaca por su habilidad para conectar a las personas con el territorio de una manera auténtica y respetuosa. Han creado experiencias únicas que combinan naturaleza, cultura y gastronomía, no solo para disfrutar de la belleza de Castellón, sino para comprenderla y valorarla. A lo largo de los años, su compromiso con la divulgación del patrimonio natural y cultural ha sido reconocido con varios galardones, avalando su visión de un turismo sostenible.
Itinerantur invita a personas de todas las edades y nacionalidades a participar en este diálogo con el paisaje, donde cada paso es un descubrimiento y cada ruta una nueva narrativa. Esta introducción es solo el comienzo del viaje para conocer a una empresa que no solo guía a los viajeros, sino que enseña a ver y entender el entorno de una manera completamente nueva. ¿Te apetece ponerles cara?
Entrevista a Itinerantur: inspiración para un turismo diferente
ITINERANTUR. Rutas. Cultura. Natura. S.L., “Traductores de Paisajes”, como les gusta denominarse, es una empresa de turismo activo y agencia de viajes receptiva especializada en inventar y llevar a cabo experiencias de Turismo Responsable, de naturaleza, cultura y gastronomía, en las comarcas de Castellón. Llevan 10 años creciendo poco a poco y podría decirse que hoy, habiendo superado crisis sociales, económicas y sanitarias de todo tipo, son un pequeño gran referente del sector del ecoturismo en territorio valenciano. Han sido galardonados en diversas ocasiones y por organizaciones públicas y privadas muy diversas por su implicación en la divulgación del medio natural y cultural valenciano, así como por su visión del turismo realmente sostenible. Sin embargo, su mejor premio es, sin duda alguna, dedicarse a lo que más les apasiona en la vida.
En la siguiente entrevista, sumérgete a fondo en el mundo de Itinerantur y conoce a las personas detrás de esta empresa inspiradora, cuyos valores resuenan profundamente con los de ViveCV.
¿Cuándo y cómo decidisteis fundar Itinerantur?
El concepto de ITINERANTUR nace en 2012 gracias, en primer lugar, a la gran crisis laboral que se vivía en aquel momento y que nos había dejado en la calle a los dos fundadores (Belén y Chema) tras pasar por el servicio de Parques Naturales de la Conselleria de Medio Ambiente. Por otra parte, fue esencial la chispa que produjo en nosotros un buen amigo francés que sabía de nuestra pasión por la divulgación del patrimonio natural y cultural local, y que un buen día nos preguntó, como quien no quiere la cosa: ¿Y pog qué no haséis todo esto de manega pgofesional? Y vualá: empezamos a pensar qué, cómo, cuánto y cuándo. Y aprendimos a ser emprendedores. Y tuvimos que realizar un plan de empresa para saber si nos lanzábamos a una piscina vacía o no tanto. Y en mayo de 2013 nos lanzamos.
¿Quiénes sois? Fundadores de Itinerantur, estudios y experiencias previas.
Chema Rabasa (Valencia, 1984) y Belén Salvador (Madrid, 1984). Nos conocimos en 2002 en el primer curso de la Licenciatura en Ciencias Ambientales, en la Facultad de Biológicas de la Universitat de València. Tras ello estudiamos otros diplomas, másteres, cursos… relacionados con la parte técnica de nuestra vocación ambiental. Desde entonces no nos hemos separado, somos pareja y tenemos dos preciosos hijos y un perro, Lluc, que nos acompaña desde hace 14 años en todas nuestras peripecias. Como comentaba, venimos del mundo de los parques naturales, de su gestión, conservación y restauración, e Itinerantur ha sido la iniciativa en la que más y mejor hemos trabajado.
¿Cuáles fueron los motivos que os llevaron a fundar Itinerantur?
Tras nuestro paso por diferentes parques naturales de la provincia de Valencia y Castellón, nos dimos cuenta de que se podía realizar mucha más labor de divulgación de sus valores ambientales y culturales. De hecho, veíamos que la mayor parte de las maravillas que esconden las comarcas norteñas valencianas no están dentro de las zonas protegidas, sino muchas veces fuera: son nuestros paisajes culturales tan auténticos los que diferencian la tierra donde trabajamos de muchas otras del entorno mediterráneo. Por lo tanto, veíamos una necesidad sacar el turismo de naturaleza de los parques naturales y el turismo cultural de las ciudades y pueblos monumentales, y ampliarlo a otras zonas de incalculable valor pero menos valoradas. De esa manera acuñamos el término que mejor nos define: Traductores de Paisajes.
¿Qué retos y dificultades habéis tenido que superar desde que comenzasteis la actividad?
El primer reto fue el de ser empresarios: dejar de ver solo montañas, ríos, valles, paisajes que nos apasionaban y empezar a manejar balances de resultados, márgenes de beneficios, planes de marketing, disposición a pagar de los visitantes. ¿Cuánto nos querrían pagar a nosotros por hacer una ruta guiada? Ahí nos encontramos con que el sector estaba muy «verde», y no por el tema natural. Faltaba mucha profesionalización y empresas de la competencia. Eso mucha gente lo puede ver como algo positivo, pero si no tienes con quién comparar no sabes en qué puede mejorar tu producto, y si falta oferta la gente no conoce ese producto y puede pasar olímpicamente de él.
Una vez nos empapamos de la parte empresarial y diferenciamos bien las funciones de cada uno de los dos —porque trabajar en pareja y combinar vida personal y vida laboral también ha sido algo complejo—, empezamos a buscar la colaboración con otros agentes del territorio. Siempre hemos pensado que somos pequeños en un ecosistema complejo y que la «coopetencia» (cooperación entre empresas de la competencia) nos hace llegar más lejos. Pero es cierto que estas relaciones con otras iniciativas, si no se enfocan desde el principio en un plano de igualdad (en aportación de trabajo, económica, etc.), no vale la pena seguir con ellas, y nos hemos llevado algunas desilusiones importantes que nos han hecho sentirnos vulnerables y, en ocasiones, ir más prevenidos. Por suerte, y después de 10 años, tenemos muy buenos amigos y sanos competidores con los que día a día construimos sinergias muy variadas.
Y dejando crisis económicas y sanitarias que nos han hecho temblar, un gran desafío que tenemos es el de tener un equipo de trabajo bien formado. Igual que el hábito no hace al monje, el carné o la titulación no hacen al guía. Todos en Itinerantur hacemos de todo. Pero para ser guía-intérprete del patrimonio (vengas de donde vengas, independientemente de la formación o experiencias previas) necesitas tener algo dentro que no se puede explicar, una especie de pasión que te haga transmitir de una manera especial y que haga que los excursionistas y turistas que te acompañan se queden prendados casi desde el primer momento. Y esto se tiene que traer de casa.
Así que encontrar un perfil que encaje con todo lo que pedimos es difícil. Y en empresas pequeñas como la nuestra, si una de esas piezas cae por cualquier motivo, todo se tambalea. Eso nos genera mucha incertidumbre.
¿Qué es lo que más os gusta de trabajar en Itinerantur?
Sin duda, mostrar nuestro patrimonio natural y cultural y la propia mezcla de los dos, la idiosincrasia de nuestra gente, también la parte negativa de la despoblación, de la gestión del territorio… Es lo que más nos gusta. Con gente de fuera, extranjeros, esto alcanza cotas que no imaginábamos: literalmente se quedan alucinados con lo desconocido y fascinante que es el territorio castellonense, y con su gran biodiversidad y contrastes entre unas zonas y otras.
Otra parte que nos define y apasiona en la de (intentar) crear conciencias con nuestros talleres de Educación Ecosocial (antigua Educación Ambiental), transmitir la pasión por la naturaleza así como los graves problemas que sufren nuestros ecosistemas de los que tanto depende nuestra sociedad occidental, rompiendo mitos acerca de plantas, animales, microorganismos, poniendo a miles de niños y adolescentes cada año (3598 escolares guiados en 2023) frente a la emergencia climática con técnicas de interpretación del patrimonio dentro y fuera del aula. Es algo esencial que nos recuerda, día a día, que se acabó el tiempo de las conjeturas ambientales y de las tan manidas “generaciones futuras”. Hay que actuar ya y en cada lugar en que se pueda con cualquier población que nos encontremos en el camino, venga de donde venga y sin importar edad ni procedencia social.
¿Cómo definiríais el turismo sostenible?
El turismo nunca será sostenible. Parece una afirmación demasiado tajante, pero si atendemos al actual paradigma de la sostenibilidad, que pasa por seguir creciendo material y económicamente sin importar el hecho de que vivamos en un planeta con límites físicos imposibles de superar, es así por mucho que miremos para otro lado.
A nosotros nos gusta más hablar de Turismo Responsable, aquel que, en breves palabras, deja buena parte del beneficio ambiental, social y económico en el lugar donde ocurre la propia actividad turística. Si se siguen los principios de este tipo de turismo, que puede englobar tipologías como el ecoturismo, el turismo gastronómico, el cultural, la ornitología, etc., estaremos dando pasos hacia la utopía de la sostenibilidad real de nuestra sociedad. Hay que recordar que muchas de las cosas que hace dos siglos se consideraban utopías, hoy son, sin embargo, realidades.
¿Qué tipos de experiencias de Turismo Responsable ofrecéis?
Como empresa de Turismo Activo hacemos casi de todo siempre que el componente interpretativo y de divulgación esté presente: senderismo o cicloturismo guiado, paseos interpretativos de carácter familiar, diseño y ejecución de campañas de visitas guiadas para municipios que quieren poner en valor su patrimonio…
Y como agencia de viajes receptiva, organizamos innumerables planes de viaje temáticos, de Turismo Responsable, combinando diferentes experiencias a lo largo de un fin de semana, un puente, una semana, quince días… Para todo tipo de públicos que os podáis imaginar. Hemos llegado a llevar a caminar por la Sierra de Espadán a senderistas británicos de 80 años, o por ejemplo hemos guiado una cata de aceite de oliva de Olivos Milenarios para periodistas americanos que nunca imaginaron que literalmente beberían aceite virgen extra. O llevado a vivir la saca del corcho de los alcornocales a agentes de viaje japoneses que se quedaron boquiabiertos. Las comarcas de Castellón nos ofrecen tantas posibilidades que es difícil no hacer todo esto a medida, y así es como trabajamos a fin de cuentas.
¿Qué medidas concretas adoptáis para garantizar la sostenibilidad de vuestras experiencias?
Hacia la Sostenibilidad Real, como decíamos, caminamos siguiendo los principios del Turismo Responsable, que son muy claros y los enunció el investigador Harold Goodwin hace más de 20 años.
Entre otras cosas, siempre el visitante se inmiscuye en la sociedad que habita el paisaje visitado, para entender bien su idiosincrasia y vivir de cerca sus problemáticas, facilitando así la conexión profunda entre unos y otros. Las y los visitantes suelen generar gasto -a veces mucho- en el lugar visitado, bien sea a través de la experiencia que les hemos organizado, y en la que contamos con colaboradores locales, bien sea durante su estancia de varios días.
Y con colaboradores locales nos referimos a hoteleros, gerentes de bares y restaurantes, agricultores, guías locales, productores agroalimentarios, artesanos y un largo etcétera. Todo esto significa que el turismo bien gestionado puede ser uno de los motores (aunque ni mucho menos el único) de mejora del bienestar local. Al final se trata de que crear mejores lugares para vivir es crear mejores lugares para visitar, o viceversa, da igual.
¿A qué tipo de viajeros se dirigen vuestras propuestas?
Como decíamos, las comarcas castellonenses ofrecen tantas posibilidades que nos es bastante fácil -no siempre- ofrecer productos de Turismo Responsable a medida de casi cualquier tipo de cliente, desde el más “aventurero” y activo (que ni mucho menos es sinónimo de “joven”) hasta el más tranquilo y gastro-cultural (que tampoco tiene que ser sinónimo de “senior”).
Pero al final buena parte de nuestro público es valenciano, de la Comunidad Valenciana, y es público familiar que busca un acercamiento guiado, seguro, tranquilo y atractivo para que los más pequeños (y no tan pequeños) empiecen a adentrarse en la Naturaleza.
¿Qué desafíos y oportunidades encontráis en el desarrollo del turismo sostenible?
El mayor desafío es entender, como ya comentábamos, que no hay prácticamente ninguna actividad humana en la sociedad occidental que sea, realmente, sostenible. Tampoco el turismo.
Por lo tanto, lo más costoso va a ser conseguir que los que tenemos estas profesiones a medio camino entre el medio ambiente y el turismo dejemos de sentir esta especie de remordimiento, algo parecido al “flying shame” (vergüenza a coger aviones) que sienten ya en algunas culturas norteñas por el impacto sobre el clima que ello genera. Y ello pasa por que todo el turismo sea Turismo Responsable, que se acabe con el greenwashing que tanto daño hace a empresas realmente respetuosas y que tanta desconfianza genera en los consumidores responsables, con ayuda institucional para dejar de lado a las iniciativas que no cumplan escrupulosamente los principios de la solidaridad interterritorial y la lucha contra la emergencia climática.
Partiendo de lo anterior, oportunidades las hay todas: todo lo que queda por hacer a ese respecto llena de oportunidades y desafíos en positivo el mundo del turismo de naturaleza y cultura.
¿Qué consejos daríais a los viajeros que quieran viajar de forma sostenible?
Sobre todo que confíen en las empresas locales del lugar donde quieren ir: serán los mejores anfitriones, los que mejor conocen su propio territorio y los que más les harán disfrutarlo, saborearlo, comprenderlo, interpretarlo. Y todo debería empezar por conocer los paisajes más cercanos de una manera más tranquila. Esto creemos que no es una utopía.
Ahora es tu turno: Únete a la aventura con Itinerantur
Ahora que has descubierto la pasión y el compromiso de Itinerantur con un turismo más responsable y enriquecedor, te invitamos a dar el siguiente paso: visita el sitio web de Itinerantur y explora su amplia gama de actividades. Cada experiencia es una oportunidad para participar activamente en su labor y sumergirte en la belleza única de Castellón. No solo serás parte de una aventura inolvidable, sino que también contribuirás a un turismo más sostenible y consciente. ¡Prepárate para vivir Castellón como nunca antes con Itinerantur!
